La Manada… ¿de qué?

Se habla mucho estos días del juicio a cinco depredadores por la «presunta» (entre comillas porque #YoTeCreo) violación a una joven de 18 años durante los Sanfermines de 2016. El caso de La Manada, que es como se conoce porque es así como se autodenominan en un grupo de WhatsApp, coincide además con las «celebraciones» (entre comillas porque no hay nada que celebrar, pues estamos hablando de violencia) del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Machista.

Llevo días dándole vueltas al tema y conforme más sé, más me invade la rabia. RABIA. Me entran pensamientos violentos hacia cinco energúmenos que han actuado en grupo, cobardes ellos, porque es el grupo el que otorga la fuerza necesaria a quien no es capaz de hacerlo solo. ¿Manada? ¿Manada de qué?, si no existen animales en el reino animal (excepto la raza humana) que cometan estas atrocidades. Si no han tenido suficiente con abusar de una persona, sino que además no les ha temblado el pulso al grabarlo para difundir lo machitos que son. Como si tuviera algo de heroico, o bonito, o qué sé yo.

Pero después de la lógica rabia que supongo que hemos sentido much@s, y sobre todo como madre que ha traído una personita a este MIER-mundo, me entra un fuerte sentimiento de preocupación. ¿Qué estamos haciendo? A la sociedad nos falta reflexión y autocrítica. Al sistema se le está yendo de las manos.

Me preocupa que haya cinco niñatos (y muchos, muchísimos más) que no entiendan que eso no eran relaciones consentidas. Que tengan encima la percepción de que están siendo ellos las víctimas. Que crean que colgar una foto en Instagram con la frase «Hagas lo que hagas, quítate las bragas» o intentar hacer vida normal después de una violación es motivo para pensar que aquí no ha pasado nada y que ¿ves?, la chica quería. Ya.

Me cabrea que no se hable de sexualidad abiertamente y con naturalidad con l@s hij@s. En casa. Sí, en casa. Y en la escuela también. Pero sobre todo en casa. Yo en el instituto hice algún que otro taller de educación sexual. Era divertido, en aquel momento de hormonas revolucionadas nos hacía gracia aquel miembro viril enorme que llevaba la educadora para enseñarnos cómo poner un condón. Pero tres o cuatro años antes, yo ya había visto un preservativo en mi casa. Me lo enseñó mi madre para que viera cómo era y para contarme que debía usarlo para no contraer el SIDA, por ejemplo, o el papiloma, u otras enfermedades de transmisión sexual; o para no tener bebés antes de tiempo. Así, sin más tonterías, también hablábamos de que #NoEsNo, que tocarse no era malo y que el sexo con l@s demás era precioso siempre que yo quisiera.

Me decepciona que se eduque (todavía) con tantas diferencias entre niños y niñas. Que el sexismo esté tan arraigado en nuestra sociedad. Que los niños vistan de azul y las niñas de rosa (y con pendientes, claro). Y que unos jueguen a fútbol y las otras hagan danza. Que se incida mucho más a las niñas en que deben vigilar, «no te quedes embarazada antes de tiempo», «no seas una fresca», «cuidado donde abres las piernas», «a ver qué ropa llevas»… Y no se insista en educar a los niños, también, en el respeto, en la igualdad, en el reparto de tareas, en que las minifaldas ni los escotes no significan nada, en una sexualidad sana y placentera para tod@s.

Me alarma que los referentes que se tengan sean los viceversos (para quien no sepa, hablo de un programa en Telecinco), o el reguetón, o la pornografía a la que hoy cualquiera que tenga móvil puede acceder sin ningún tipo de filtro ni restricción. Nunca me ha gustado el porno mayoritario, desde un punto de vista eminentemente masculino, fálico, machista e irreal. Pero lo que no he tolerado nunca es que se ha banalizado el abuso, la violación. Se ha convertido en un elemento de excitación. Por aquí no.

Me aburre que el día a día esté lleno de micromachismos. De violencia encubierta. De telediarios que incluyen en sus ediciones un caso más de violencia contra la mujer. Que nos duela la boca de gritar que #NosQueremosVivas y que #NiUnaMenos y que las políticas que se lleven a cargo sean insuficientes. Que todavía haya quien crea que es un problema solo de mujeres, cuando se trata de un mal endémico y una lacra social. Que aún se culpabilice a la muerta, o a la herida, y se busquen motivos que justifiquen lo que no tiene justificación alguna. Y me cansa que todavía se siga teniendo la idea errónea de que el feminismo es «lo mismo que el machismo pero al revés». Ay no, por favor. El feminismo lucha por la igualdad real y efectiva de la mujer. ¡Tod@s deberíamos ser feministas!

Por eso hoy miro a Indira y pienso… Hija, espero que nunca encuentres en tu camino a una manada. Si lo haces, espero haberte dado todas las herramientas a mi alcance para que puedas decidir libremente qué quieres tú. Y que las generaciones que vayáis creciendo podáis hacerlo en un mundo menos sexista, con más libertad sexual y, sobre todo, con más RESPETO. Queda tanto por hacer… La Manada somos nosotras.

 

Loba_cachorra_PetitaIndi
Loba y su cachorra. Foto: Pinterest

 

Y mientras tanto Indira… La semana pasada nos visitaron unos malditos virus que la dejaron KO unos cuantos días. A ver si esta semana podemos dejarlos por fin atrás y sigue explorando el mundo como lo está haciendo hasta ahora. Me tiene enamorada. ¡Ay!

8 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Totalmente de acuerdo contigo. La mezcla de rabia, pena y preocupación es terrible. Espero que podamos avanzar y que este caso suponga un punto y final a quienes cuestionan a las víctimas o quienes quitan peso a estas repugnantes situaciones. Un abrazo ♥

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    1. petitaindi dice:

      Gracias guapa!! A ver si lo conseguimos!! 💪💪😘😘

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  2. No puedo estar más de acuerdo contigo. Siento profundo asqueo con respecto a este tema y me resulta increíble el camino tan oscuro que está siguiendo la sociedad hoy en día. Voy a decirlo crudamente, las personas se limpian el culo con la definición de respeto. No se sabe lo que es. Lo peor de todo es oir, o ver en las redes sociales mujeres que defienden a la manada. Qué rabia y que todo, porque a veces parece todo de película de terror. Me quedo sin palabras cuando intento hablar del tema de lo alucinada que me quedo a veces. Enhorabuena por tu post porque lo has sabido expresar todo muy bien! Un abrazo!

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    1. petitaindi dice:

      Es verdad, el respeto a veces cuesta de encontrar…¿En serio hay quien los defiende? Sin palabras.
      Gracias por tu comentario!! 😊😊

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  3. Muy bien dicho!! El caso de La Manada me pone los pelos de punta. Siempre recordaré el caso, porque sucedió el día que nació mi hijo. Recuerdo leerlo desde el hospital y horrorizarme. Es lamentable como a esta gente se la trata siempre como «presuntos» culpables para no tirarles la vida por la borda con acusaciones. Y la vida de la pobre chica?! Alguien pensa en ella? #Yotecreo , sólo faltaría!
    Ojala nuestros hijoscrezcan en una sociedad donde estos actos realmente escandalizen y donde ellas no tengo miedo a que les pueda pasar. No se… Me enciendo sólo de pensarlo.

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    1. petitaindi dice:

      Ojalà!!! 💪💪💪 Moltes gràcies guapa! 😊😊

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  4. Covadonga. dice:

    Totalmente cierto lo que describes.
    Yo voy a escribir en Fcbk en distintos idiomas para prevenir a las turistas (mujeres) que en Pamplona pueden ser violadas y no van a ser defendidas.

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    1. petitaindi dice:

      Gracias, Covadonga.
      ¡Bien hecho! Estos casos hacen que la sociedad vaya tomando conciencia y que se denuncien cada vez más las agresiones sexuales en fiestas y aglomeraciones como las de San Fermín en Pamplona. ¡Tolerancia cero!

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