Siguiendo con el recopilatorio de frases sin sentido (algunas graciosas, otras a evitar), que ya empecé en Frases absurdas que te dicen cuando anuncias un embarazo, hoy os contaré las que escuché a lo largo de las (casi) 42 semanas de embarazo.

Antes que nada me gustaría decir que igual que escuché estas frases absurdas que ahora os contaré, también tuve miles, millones, de otras maravillosas. De apoyo, de empatía, de cercanía, de ánimos. Sentí a mi familia y a la de mi pareja cerca, estreché lazos con amigas que ya habían pasado por lo mismo (o no), me sentí querida y arropada durante tooodo el embarazo por un montón de gente bonita a la que aprovecho para agradecer públicamente su «estar ahí».

Pero bueno, que el post de hoy va sobre frases tontas y que se dicen sin pensar…

Cuando estás embarazada…

– Estás muy guapa, seguro que llevas un niño. Muchas gracias por lo de guapa, pero esta idea es una chorrada (además de no ser cierta, pues era una vagina como un templo) y no deja de ser un poco machista, ¿no? Esto de que «las niñas roban la belleza a la madre» es, directamente, una gilipollez.

– ¿Te encuentras bien? Seguro que llevas un niño. Más de lo mismo. Tuve un embarazo espectacularmente bueno (excepto algunas molestias normales ya al final), y no tiene nada que ver si lo que llevas es un niño o una niña. Basta de demonizar a las mujeres solo por el hecho de serlo, y menos antes de nacer.

– ¿Es una niña? Las niñas se parecen al padre. Sí, claro, por eso yo soy una fotocopia de mi madre (o al menos eso nos dicen). Esta afirmación me hacía tronchar de la risa. No entiendo qué relación biológica debe existir para quien me la dijo…

– ¿Es una niña? Prepárate. Las niñas son del padre (y los niños de la madre). A ver… Estos clichés absurdos y sexistas deberían enterrarse pero ya. Primero, tanto las niñas como los niños son suyos, de ellos mismos. Segundo, tendrán afinidad con los dos, en algún momento de sus vidas necesitarán más o coincidirán más con uno o con otro… Pero nada tendrá que ver con el género de la criatura. Por favor, evolucionemos.

– ¿Te encuentras bien? Eso es ahora, ya verás más adelante… Depende. Como dije me encontré bien prácticamente durante todo el embarazo. La gente tiene necesidad a veces de que tu experiencia sea igual que la suya. O tiende a generalizar, como si lo que le pasó a ella fuera una norma general para tod@s.

– Tienes poca/mucha barriga. En una misma semana llegué a escuchar esta frase 2 veces, y una persona me dijo todo lo contrario a la otra. Yo me reía, pero este es un tema delicado pues a veces puede causar preocupaciones innecesarias en las futuras madres.  ¿Estará creciendo bien mi bebé? ¿Será tan grande que no podrá nacer vaginalmente?… Cuidadín con decir según qué sobre los tamaños de las barrigas.

– Esta barriga está muy baja. Seguro que va a nacer pronto. Bueno, esto me lo dijeron a mitades de agosto y nació el 1 de octubre.

– ¡Madre mía, vaya verano vas a pasar! Esta frase fue el hit del embarazo. Toooodo el mundo (y esto las que hayáis parido en agosto, septiembre u octubre lo sabréis bien) me hacía el comentario. Y yo respondía: lo pasaré en remojo, como una sirena. La verdad es que hizo calor, sí, pero no fue para tanto. Y lo bueno de ser la recta final y ser verano es que puedes ir a la playa, a la piscina, poner a tope el aire acondicionado… y lo mejor: puedes ir ligera de ropa y calzado sin que nada te apriete o moleste.

– ¿Qué vas a hacer con los perros cuando nazca la niña? ¿Qué voy a hacer? Pues quererlos todavía más, si cabe. Actuar con normalidad, respeto, tranquilidad. Aceptar que es un cambio también para ellos y tratar de hacerlo lo mejor posible. Vaya preguntitas la gente…

– Cuidado con los perros, no te vayan a hacer daño. No sólo no me hicieron daño, sino que desarrollaron una empatía sorprendente hacia mí. Me seguían a todas partes y si alguna noche me levantaba, venían a ver si estaba todo en orden. En las últimas semanas de embarazo salía con los 2 a pasear y, pese a ser perros reactivos a ciertos estímulos, no pasó nada.

– Mi parto fue horroroso, estuve 40 horas… Esto si un caso me lo cuentas cuando haya parido… Que uno de los momentos más temidos en el embarazo es el parto, y lo último que necesita una embarazada es escuchar malas experiencias. Las buenas experiencias son las que empoderan. 

– ¿Tú no serás de esas locas que paren sin epidural y luego se comen la placenta, no? Pues mira, sí quise parir sin epidural (para algo me informé y concluí que era lo mejor). Y no, nunca quise comerme nada pero respeto a las mujeres que hagan lo que quieran con su cuerpo, que para eso es suyo. Que tú te comes los mocos y nadie te dice nada. En fin.

– ¿Ya has parido? ¿Aún no has parido? ¿Cuándo vas a parir? ¿No quiere salir? ¿Tendrás que hacer algo, no? Esto entiendo que se pregunta desde la mejor de las intenciones. Pero piensa que la embarazada en cuestión puede llegar a recibir esta pregunta unas 4 o 5 veces al día, multiplícalo por los 7 días de la semana… A partir de la semana 38 de embarazo hasta la 42, en mi caso, al final terminé un poco agobiada. Sobre todo porque la primera que quería tener ya a mi niña en brazos era yo!!! Así que si tienes una embarazada cerca, cuando se acerque la fecha probable (repito, probable) de parto, piensa mucho en ella, dile que estás ahí, y espera a que te den la buena nueva.

En próximas publicaciones seguiré con frases que te dicen una vez ya has dado a luz, que también hay unas cuantas.

Seguro que tú también tienes un montón de frases que te decían en el embarazo, ¡cuenta, cuenta!

Y mientras tanto Indira… ¡Teta, teta, teta! Estoy desarrollando una habilidad en escribir con una mano…!