El otro día dieron un reportaje en TV3 sobre el hecho que se ha atrasado la edad en que las mujeres son madres. Según cuenta, en los últimos 10 años se ha doblado el número de mujeres que tienen su primera hij@ alrededor de los 40 años.
Esto es una realidad de la que he hablado varias veces con mi primo Pau, que trabaja en la unidad de prematuros de la Maternitat, y ve a diario cómo ha aumentado significativamente la edad de las primíparas. Además, yo misma pude comprobarlo en mis clases de preparación al parto, donde la media de edad de las mujeres (sobre los 36-37) era algo superior a la mía.
El reportaje me pareció excelente en algunos aspectos, aunque me entraron unas ganas enormes de matizar varios puntos y gritar a los cuatro vientos: ¡la culpa no es de las mujeres! A ver, por partes:
La culpa de la maternidad tardía, si es que hay culpa de alguien, nunca es de las mujeres. Es un problema socioeconómico y de cultura general en nuestro país:
– La inexistencia de una conciliación trabajo-familia real es la clave. Ya no hablo solo de las ridículas, escasas, vergonzosas e insuficientes 16 semanas de baja maternal (es sabido que en otros países como Suecia o Noruega puede llegar al año y medio, o incluso más), sino de las jornadas laborales que no permiten ya ni que puedas llevar con tranquilidad a tu hij@ a una guardería, escoleta, madre de día, canguro o con l@s bendit@s abuel@s.
O aquellas jornadas que obligan a interrumpir forzosamente la tan beneficiosa y alabada por la OMS lactancia materna. Y las que deciden seguir luchando por ella, se ven amorradas a un saca-leches para poder hacer un banco de leche que permita seguir dándole al bebé su alimento principal. Tampoco lo tenemos fácil si nuestr@ pequeñ@ se pone enferm@, algo habitual en los primeros meses (años) de vida. Y ya por no hablar de la desconexión entre el calendario escolar y empresarial.
¿¡Cuándo vamos a ser madres con este panorama!?
– La precariedad laboral, la desigualdad salarial entre hombres y mujeres, los techos de cristal… también influyen, ¿no? ¿Cuándo tienes estabilidad laboral? Nunca. Este término para nuestra generación ya no existe. Además, en la «sociedad de la titulitis» nunca es suficiente: tienes que estudiar máster(s), idioma(s), cursos, … Y con todo esto, van pasando los años.
Se planteaba en el reportaje la congelación de óvulos como solución. Pues no me parece justo, la verdad. Es como reafirmar un status quo que nos oprime. ¿Que ahora es tu gran momento laboral? Adelante, ve a por ello. ¿Que por desgracia la sociedad te plantea el dilema de o ser madre o triunfar en tu carrera profesional? Pues rebélate. Ya está bien. Sé madre cuando quieras (o puedas). Pausa tu carrera si lo necesitas (seguro que lo vas a necesitar), y luego la reemprendes. ¿Qué pasa? ¿Que después de ser madre tienes menos capacidades o ya no eres tan brillante como antes? Pues no. Sigues siendo la misma, ¡o mejor!
– Y los hombres ¿qué papel juegan en todo esto? Algo pintarán, digo yo. En el reportaje no se habló en ningún momento de ellos. Parecía que la maternidad tardía sólo era por los óvulos de la mujer, cuando se han publicado numerosos estudios que señalan que el estrés, la polución, la mala alimentación… también afectan al semen masculino. Y esto también influye en muchas maternidades tardías. Porque excepto en casos como las personas que deciden tener hijos solas, o las parejas homosexuales, la fecundación es cosa tanto del óvulo como del espermatozoide.
En nuestras manos está cambiar esta situación que tanto nos culpabiliza como mujeres y nos fastidia entorno a la maternidad. Empezando por nunca juzgar, por apoyar, por entender que cada situación es un mundo. Estoy hablando de sororidad, la colaboración entre mujeres para lograr un objetivo común. ¿Estáis conmigo?

Y mientras tanto Indira… Se troncha de la risa viendo jugar a Lizzi y a Tristán, ajena a que hoy a mí me ha quedado un post de lo más reivindicativo.
Muy bien! Sí señor! Totalmente de acuerdo con lo que dices… Yo voy a contracorriente… Cuando estaba peor laboralmente dije… Ahora o nunca… Tenia 28 años! Ahora con casi 32, 2 niños y muchas malas experiencias laborales… He conseguido estabilidad laboral! Fijate tu! O una cosa o la otra… Las 2 a la vez imposible!
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Ánimo y adelante, Cris! No lo tenemos nada fácil. Enhorabuena por tus niños y por tu estabilidad. 🙂
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